El Santo en el que nunca he creído

De esta fecha en específico tengo vagos recuerdos de cosas importantes.

Está por ejemplo el juego del Amigo secreto que organizó la profesora de sexto grado en la primaria, y que dio como resultado una quebradera de cabeza por tratar de adivinar quién era ese anónimo compañero que nos dejaba notas y dulces al término de las clases. Luego está, por supuesto, la reunión que hubo en mi casa donde comí chocolates y una gelatina deliciosa en forma de corazón, cortesía de mi novio en turno, acompañada por un gran amigo y su novia (lo que ocurrió mas tarde no lo recuerdo).

Inmediatamente después viene a mí la canasta con globos y besos plateados que llegó a Honorato de Balzac en Zapopan, una verdadera sorpresa ya que no llevaba con ese otro chico ni un mes ...

Realmente nunca me ha gustado ver al 14 de febrero como un día para celebrar, un tanto por apatía con las cursilerías dignas de los enamorados, y otro tanto porque no me identifico con la fecha.

Hace unas noches, trataba de descubrir con un viejo conocido el por qué no me es sencillo expresarme románticamente, y concluimos que todo se debe básicamente a un bloqueo, a que llego a sentirme absurda cuando la ternura y las palabras dulces comienzan a brotar.

No es que el amor me parezca una cosa desagradable, o que la ternura no me sea algo natural, simplemente no soy del tipo que hace cartas de amor con corazones, ni sé cómo organizar una cena romántica o un paseo inolvidable. Es decir, incluso en año nuevo uso ropa interior roja por la creencia de que eso atraerá al amor a partir del siguiente amanecer, en mi haber existen más pensamientos que clamen por cariño que otra cosa, pero no logro entender a aquellos que por quedar bien, organizan cosas imposibles en una fecha que algunas veces puede compararse con la navidad por el consumismo que provoca.

Soy como un Grinch del día de San Valentín (vaya historia trágica la suya, ahí se la lleva con Romeo y Julieta), quizá porque lo mío es más pasional que amoroso, y eso no lo celebramos.

¿Qué hay de la emoción y el nerviosismo del primer encuentro carnal? Casi tan desastroso como el primer beso, pero sin duda más memorable, y ese sí que nos deja con la sensación, casi de obligación, de mejorarlo muchísimo para la siguiente cita.

La penetración de la carne en la carne; el roce de la mano en la mejilla; el veneno y la cura, el don maldito de amar … No es que no anhele con todo mi ser festejar lo que me mantiene con vida, es que me parece que necesita una resignificación, así quizá tendría más sentido recibir un regalo en esta o cualquier otra fecha, siempre que sea de corazón, aunque no conozcamos de quién proviene el sentimiento.

Esto ... ¿Feliz día de San Valentín?

2 comentarios:

  1. Hola niña bonita!!!
    La verdad es que yo he sido mas de pensar como tu; es estúpido ese día tan anhelado por las parejas de novios... Ahora que tengo a alguien a mi lado no se como celebrar ese día.
    ¿puedo ser tu ayudante señorita grinch de San Valentín?

    Me encanta tu corte de cabello:)
    Un abrazo

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  2. Hola mi hermosa niña!!
    Claro que puedes ser mi ayudante ;)
    Yo creo que la mejor forma de festejarle al amor es haciéndolo, ¿no crees? :P Y para eso no requerimos fechas especiales.
    Cuídate mucho, éxito con ese chico afortunado.
    Un abrazo.

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