Mal sueño

Tal vez estoy enamorada de la persona incorrecta, y tal vez ya no vale la pena caer de tan alto y tan desprotegida.
¿Era necesario arrancarme las alas de esa forma?
Lo que me atreví a pedir fue sólo tu honestidad, ni siquiera un beso, ni palabras amorosas, mucho menos tiempo o tu protección.
Nuevamente somos como dos extraños, que se conocen muy bien pero no pueden estar cerca el uno del otro. Las circunstancias creo, son bastante diferentes ahora, pero a fin de cuentas todo vuelve al mismo punto.
Aún ahora sé que puedo asegurar que lo que siento no es una ilusión, aunque a veces parezca que lo que sucede entre tú y yo no es más que un sueño ... en este momento, una tonta pesadilla.

No es ...

No se trata de lo mucho que pienso en ti al amanecer, ni de las horas que dedico a nombrarte de distintas formas para no declarar abiertamente que es por ti que me mantengo en vela. No es que mi piel no se canse de extrañarte y mis ojos se empapen de nostalgias cuando te miro. No, no se trata sólo de eso.

Hay algo más profundo que las madrugadas perdidas, que el deseo lacerante y las palabras escondidas. Hay algo más allá de todo lo que somos, de las cosas que al parecer nos representan, de los recuerdos, las maldiciones y la costumbre.

¿Qué será eso que a ver no alcanzo?

Quizá no deba darle importancia, como a esta sensación de hundirme en un mar inmenso, sin retorno a tierra firme, y con la certeza abrumadora de que no terminaré ahogándome.