Insomnio

Esta noche me he perdido en la añoranza. Extraño a mares tu cuerpo, tu abrazo tibio y tu mirada misteriosa. Me tiembla el pecho al contemplar las horas que me faltan para verte, las noches que pasaré a solas hasta que pueda dormir a tu lado; el centenar de pasos que andaré en solitario, sin tu mano sosteniendo la mía.
Ando en un cuerpo sin vida, insatisfecha, vacía, atada a un presente que me obliga a divagar en el mundo imaginario de mis fantasías, deseosa de volar de una maldita vez ...
Es un día gris, siento el frío calarme y el aire atorarse en mi garganta.

11:45

Esperando a que se enfríen el horno y el pastel recién hecho para poder irme a dormir, me he puesto a escuchar canciones románticas/corta venas como si no hubiera nada mejor que hacer ... pero la verdad es que en un domingo cualquiera, casi a la media noche, pocas son las actividades que se me ocurren, tomando en cuenta que todo el mundo está dormido, se han ido los buenos conversadores del msn y a la par, el sábado fue fatigante.
En conclusión: soy una ociosa cocinera con una larga lista de pendientes, pero nula emoción para empezarlos siquiera.
Dentro de pocas (muy pocas) semanas, terminaré los dos años de la carrera que elegí, me quedará sólo un mes más para el seminario de titulación, más unas cuantas semanas de espera para el (odioso) acto académico y patapum! habrá finalizado esta etapa (... o no?).
Una vocecita interna me dice medio desesperada: ¡Ponte las pilas, carajo!, pero no es suficientemente poderosa para llevar mi trasero hasta la mesa prestada de trabajo y enfocar mis pensamientos a las labores pendientes.
No, apenas y me distrae un poco.
Lo que se roba mi atención son las ganas de dormir, de no levantarme por muchas muchas horas y dejar atrás al mundo un momento ... pero no, así no funciono y vamos a seguir, sólo quería contar esto un día después de la muerte de mi madrina, que aunque me ha partido la noticia, se siente un alivio muy amargo, como si hubiese sido algo anunciado, algo que temía pasaría muy pronto, aunque jamás lo había pensado.
Quizá a eso se deba mi falta de atención hacia lo "importante", porque para mi, lo importante era estar en su velorio, abrazar a sus padres y a sus hermanos, llorar con mi madre y despedirme de ella, de la forma común en que uno hace, porque nunca tuvimos un lenguaje secreto, creo que ni siquiera tengo una foto de nosotras juntas además de las de mi infancia. No sé, ahora mismo no puedo ni recordar tantas cosas, momentos que compartimos que me parecen surrealistas. Quizá cuando lo asimile pueda decir cuánto me hace falta, hasta entonces ...

Nota final:
Detesto la forma fría en que mi padre me anunció cómo había fallecido Melba. Si alguna vez te toca contarle cosa semejante a una persona, no menciones vísceras ni estallar en la misma oración, ¡Por favor!

Carta al león

Que si bien las cosas no terminaron como esperaba, y que quizá el daño fue más grande de lo que hubiese querido evitar, no me queda más que decir que lo siento, que en mis intenciones nunca se encontraron las de partir a hurtadillas y ocultarte ciertas cosas, pero te pido me comprendas pues la situación fue así, y lo pensé mucho (días enteros, noches completas), sin embargo, no hubo un plan que me guiará como yo quería, como te lo merecías.

Partí de tu lado un día, pero hacía tiempo que te anuncié mi despedida. Dijiste que en mis ojos ya no encontrabas el brillo que te atrajo hacia mi, que me notabas distante, perdida … ninguna clase de alarma fue suficiente para darte a entender que ya me iba.

Que te amé no te quede duda, que me amaste jamás lo cuestionaré, pero date cuenta que nos dejamos morir sin resistencia, que dimos por hecho muchas cosas y nos cansamos de preguntar si todo marchaba bien.

No quisiera separar nuestros caminos ni deseo olvidar lo que pasó (¿cómo olvidar tu mirada de niño, nuestras manos entrelazadas, los suspiros que sólo el viento escuchó, o las tardes lluviosas en que la vida nos sonrió?), por eso vengo en son de concilio, en busca de un tal vez o un hasta pronto, de la posibilidad de que algún día, cuando nos topemos en la calle, no tengamos que ser un par de extraños.

No pediré de vuelta las cosas que te he entregado, ni espero que tú pidas las que me obsequiaste, pues sería como exigir que me regreses el deseo, las lágrimas, los besos y los sueños que sólo a ti dediqué. A fin de cuentas eso ya es pasado, y será siempre parte de nuestra historia.

No sé a qué suena esta despedida, pues nunca creí decirte adiós, pero si al final me permites obsequiarte una última cosa, te diré que en mi memoria siempre serás el primero que me ha visto amanecer, y que gracias a ti es que tengo fe en mi misma, en que amanecerá al siguiente día, en que el amor lo puede todo, y que la felicidad no es una invención barata, pues alguna vez pude sentirla y lo volveré a vivir.


Éxito y paz es todo lo que te deseo, en espera de que no me olvides, como yo jamás te olvidaré.

Olvidar ... o sólo perdonar??

Hoy siento frío por lo largo de estos días
por lo ancho del camino que he perdido y que no sé
por las horas que no he visto, por tu ausencia y por la mía
por la lluvia de este Octubre, por el frío que me cobija
entre los suspiros que el viento se ha llevado con mi fe.

Tu distancia es el naufragio que abatió sobre mi vida
las auroras más cansadas, las más tristes despedidas
las noches más solitarias de que tuviera razón
y aunque clamo a la cordura a que me libre de estas ansias
soy víctima del impulso de mi propio corazón.

Ay, si te contara yo de penas y razones
por las que de lejanías se han cargado mis canciones
pero que lo cuente el tiempo porque hoy te hago esta promesa amor:
voy a olvidarte con todas sus consecuencias

y a librar este pasado que no dejo de arrastrar.

Voy a olvidarme de tu nombre aunque sea lo último que haga
aunque sea la última cosa que me esconda lontananza

y ojalá que en mi camino no me abrume la añoranza
porque aunque muera de pena voy a olvidarme de ti.

Y que me atrape la noche, y que me lleven las tormentas
si le vuelvo a dar motivo al sentido que te recuerda
y te repite y te repite y vuelve a ser pronunciación
de ese tu nombre, de luz que arda en la habitación
cómo me amabas, cómo me necesitabas
cómo fue que se fue todo, de repente una mañana
desperté lejos de ti y de todo lo que fuera yo.

Voy a olvidar cada noche andada al filo de tu calle
a la luz de esos faroles que jamás debieron ser
la luz que guiara mis pasos al compás de los recuerdos
que me enardecen la sangre y hacen entre fiebre y vuelos
un fuego en el que arde mi alma cuando sueña con tu piel.


Si un día te dije que a mis manos no se olvidan
la caricia de tus manos, tu mirada encendida
voy a olvidarte de veras, hoy olvida que te olvida
voy a derrumbar mis sueños a diseminar las ruinas

a liberarte y dejar que nada haya en tu lugar
porque si así no lo hiciera, si comienzo a recordar con la luz de tu milagro
no podría volver a amar ...


Fernando Delgadillo