Fiebre

¿Cómo escribir si no tengo las palabras correctas? ¿Cómo si me perdí esta noche porque las horas me fueron insuficientes?
Con ojos abiertos fui acosada por sueños y astillas, que se encajaron en mi mente y me dejaron sorda, mareada y mal herida.
El tren pasó después de la hora convenida, para ofrecer la despedida a mi amante invisible, a sus caricias de humo y a su aliento imaginario. Adiós a su cuerpo transparente, a los latidos de su corazón inexistente, a las hebras de su cabello de noche, sus ojos de claro, su piel de cuarto menguante. Adiós a las noches serenas, a los sueños vacíos y los días sin alma. Adiós pues a mi calma, a mi camino a solas, a mi voz sin tu nombre, a tu piel sin la mía.

1 comentario:

  1. Hoy en día, el tren nunca pasa después de la hora convenida, porque no hay tal; ni siquiera obedece tiempo alguno.

    ResponderEliminar